Coloca una cinta métrica a unos centímetros encima de tu cadera, exhala y mide tu cintura, ¿qué número ves? La idea de este experimento no es que te sientas mal con tu cuerpo, ni que hagas dieta para llegar al «ideal» de tener medidas de 90-60-90. El tamaño de la cintura puede revelar mucho sobre tu salud.
Si eres mujer y tu cintura mide más de 88 centímetros, es tiempo de actuar. Si eres hombre y la tuya mide más de 100, también. La grasa es, en su mayor parte, inofensiva. La de los muslos, por ejemplo, puede hacer que algunas personas se sientan con poco confianza, pero no causa problemas para la salud. Sin embargo, la grasa abdominal es más riesgosa.
El peligro de la grasa abdominal
La grasa que se acumula alrededor de los órganos en el abdomen está vinculada a una variedad de enfermedades serias, como enfermedades coronarias, cáncer y demencia. A diferencia de la grasa de otras partes del cuerpo, la del abdomen secreta hormonas y alberga una multitud de químicos relacionados a enfermedades que afectan a los adultos mayores.
Ningún género está a salvo. Si bien los hombres tienden a concentrar más grasa abdominal que las mujeres, eso cambia después de la mediana edad. Cuando las mujeres pasan por la menopausia la grasa corporal se redistribuye y se acumula en el área abdominal. No es que engorden de más, es que, según un estudio publicado en el International Journal of Obesity, «la transición a la menopausia parece promover la acumulación selectiva de grasa en el compartimento intraabdominal».
Ellas deben tener más cuidado en el futuro, ya que se han conducido varios estudios que vinculan la grasa abdominal de las mujeres con el riesgo de padecer algunas enfermedades como:
Enfermedades coronarias
Según un estudio de la Universidad de Oxford, existe un vinculo entre un mayor riesgo de padecer una enfermedad coronaria y la circunferencia de la cintura. La investigación contempló a casi medio millón de mujeres y consideró otros factores de riesgo coronarios, pero aún así las chances de desarrollar una enfermedad cardíaca se duplicaban en las mujeres con las cinturas más grandes.
Cáncer de mama
Varios estudios han establecido una relación entre el cáncer de mama y el tamaño de la cintura. Uno de ellos, realizado en India, investigó a más de tres mil mujeres antes y después de la menopausia y concluyó que aquellas con cinturas del mismo tamaño de sus caderas tenían un riesgo tres o cuatro veces mayor de recibir un diagnóstico de cáncer de mama que una mujer de peso saludable.
Por otro lado, otro estudio (esta vez realizado en Holanda) observó que tanto el peso total como la grasa abdominal puede aumentar el riesgo de cáncer. Cuando las mujeres del estudio perdieron peso (cinco kilos en promedio), los marcadores biológicos del cáncer de mama —el estrógeno, leptina y proteínas inflamatorias— indicaron una reducción del riesgo de padecer la enfermedad.
Demencia
Las personas con obesidad abdominal tienen más riesgo de desarrollar demencia en el futuro. Eso fue lo que reveló un estudio de 2008 que evaluó a más de seis mil personas durante un promedio de 36 años. Los individuos con la mayor proporción de obesidad abdominal en la mediana edad eran más propensos a desarrollar demencia que los que tenían poca grasa en esa área del cuerpo.
Muerte prematura
Finalmente, según un estudio que involucró a más de 350 mil personas de nueve países europeos, el riesgo de una muerte prematura también aumenta con la circunferencia de la cintura. Tener mucha grasa abdominal puede hasta doblar el riesgo de morir antes de tiempo aun si el índice de masa corporal es normal.
¿Qué puedes hacer?
No hay fórmulas mágicas ni cambios que no vengan acompañados de esfuerzo. Seguir una dieta sana y tener una rutina de ejercicios puede ayudarte a mantener el tamaño de tu cintura bajo control.