Fuerzas combinadas del Gobierno de Nicaragua atacaron uno de los bloqueos de carretera más extensos del país, erigidos en protesta contra el presidente Daniel Ortega, y amenazaron con invadir la ciudad de Masaya, que el lunes se declaró “libre de dictadores”.
Las fuerzas, compuestas por policías, antimotines y parapolicías encapuchados, atacaron con armas de guerra un tranque (bloqueo) establecido en la intersección del kilómetro 14 de la carretera a Masaya, que era vigilado por decenas de jóvenes que se defendieron únicamente con morteros artesanales.
Una líder de los manifestantes autoconvocados dijo a Efe que esas fuerzas atacaron a varios jóvenes, vecinos de la zona, desde todos flancos, con un saldo incierto de heridos, sin que se registren personas fallecidas.
Una vez que arrasaron con la zona, ubicada entre Managua y Masaya, las fuerzas combinadas del Gobierno desmontaron el tranque, uno de los más grandes del país, compuesto por más de 30 barricadas.
Agresiones
Los atacantes, en su mayoría hombres encapuchados que se desplazaban en camionetas “Hilux” y ambulancias del Ministerio de Salud, tardaron unas dos horas en expulsar a la población del tranque, según la fuente.
“Le pedimos al Gobierno de Nicaragua que detenga la represión y no dañe más su imagen de cara a la comunidad internacional. ¡El Gobierno puede detener una masacre!”, escribió el obispo auxiliar de la arquidiócesis de Managua, Silvio Báez, en su cuenta en la red social Twitter.
El ataque únicamente terminó cuando decenas de mujeres de los alrededores salieron con cacerolas y cucharas de cocina a protestar, en medio de las balas, contra las fuerzas “combinadas” gubernamentales.
Tras abandonar el tranque, una parte de las fuerzas del Gobierno se dirigió hacia la ciudad de Masaya, donde, según el presidente de la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos (ANPDH), Álvaro Leiva, tendrían planificado hacer “una carnicería”.
“Al Gobierno de Nicaragua y a la Policía Nacional les ruego que detengan ataque a la Ciudad de Masaya. Más muertos y detenidos lo único que hará es estancar más la solución pacífica a este conflicto”, insistió Báez.
Crisis en Nicaragua
La agresión armada oficialista se dio un día después de que el Gobierno incumplió con el acuerdo de invitar de manera “inmediata” a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, la Unión Europea (UE) y la Secretaría General de la Organización de Estados Americanos (OEA).
El acuerdo, firmado con la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia en el diálogo nacional para superar la crisis, busca que los organismos internacionales sean garantes del cese de la represión, que hasta ahora Ortega no ha ordenado, o no ha podido controlar, según la ANPDH.
Nicaragua cumplió el lunes dos meses desde que inició la crisis sociopolítica más sangrienta desde los años de 1980, con Ortega también como presidente, y que ya deja cerca de 200 muertos.
Las protestas contra Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, comenzaron por unas fallidas reformas a la seguridad social y se convirtieron en un reclamo que pide la renuncia del líder, después de once años en el poder, con acusaciones de abuso y corrupción en su contra.
Denuncian que desconocidos queman la casa de familia de diputado en Nicaragua.
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— Emisoras Unidas (@EmisorasUnidas) June 18, 2018