Terminar una relación amorosa puede resultar deprimente y desgastante, pues si bien los sentimientos juegan el papel más importante, la costumbre no queda excluida del todo.
Cuando rompes con alguien quedan atrás los besos y las caricias, pero también un sinfín de recuerdos que fueron creados no solo por ti y tu pareja, sino por muchas personas que estuvieron involucradas directa e indirectamente en la relación.
Cuando una relación es bonita, sana y hubo mucho cariño de por medio, es normal que ambos hayan creado un vínculo afectuoso con los miembros de las familias, y a veces eso es otro obstáculo que tendrá que superarse al momento de la ruptura.
Como ejemplo tenemos la siguiente breve historia sobre un chico que tuvo que regresar a casa de su ex.
Ojalá nunca lo hubiera hecho. Mira por qué: