Miles de personas ascendieron el domingo al monte Bromo, un volcán activo en el este de la isla Indonesia de Java, para celebrar una ceremonia religiosa en la que se lanzan ofrendas al humeante cráter.
Sus creencias
Cada año, durante las fiestas de Yadnya Kasada, miembros de la tribu de los Tengger que vienen del interior de la isla, lanzan frutas, verduras, flores y a veces animales vivos, como cabras y gallinas, al corazón del volcán.
Otros habitantes, que no pertenecen a esta tribu, se sitúan en los flancos del cráter para intentar atrapar estas ofrendas con la ayuda de unas redes.
Este ritual se remonta a una leyenda del siglo XV en torno a la princesa Roro Anteng del reino de Majapahit y su esposo Joko Seger.
Sin hijos después de varios años de matrimonio, la pareja imploró a los dioses, los cuales oyeron sus plegarias. Les prometieron 25 hijos si aceptaban sacrificar al más joven, lanzándolo en el monte Bromo.
Según la leyenda, el menor de los descendientes, un niño, saltó voluntario al cráter para garantizar la prosperidad de su pueblo.
La tradición de sacrificio de animales y de cosechas perdura entre los Tengger.
Desde la madrugada, bailarines vestidos con coloridos trajes tradicionales se mezclan con turistas, tanto indonesios como extranjeros, para celebrar esta fiesta.
En estos últimos años, cada vez más personas participan en esta celebración, después de que las autoridades locales promocionaran este evento entre los turistas.
Fuente: AFP y medios internacionales.