Meghan Markle recordó por qué enamoraba con su belleza en Hollywood, este martes cuando se unió al Príncipe Harry en una fiesta en el jardín en Dublín.
La duquesa de Sussex cambió su atuendo formal utilizado durante el día, cuando llegó para encontrarse con el primer ministro irlandés, por un vestido sin mangas negro de la diseñadora neozelandesa Emilia Wickstead.
También dándole una nueva apariencia a su cabello, de un peinado recogido por rizos sueltos.
El hombre que está detrás de los peinados de Meghan es George Northwood, quien también manejó su apariencia la noche de su boda real.
Ella también ha optado por unos tacones negros de aguja diseñados por Aquazzura Deneuve.
Y para terminar el cautivador conjunto, ella se acompañó de un bolso un clutch de satén negro de Givenchy.
En la fiesta en el jardín celebrada en Glencairn, la pareja bebió champán mientras hablaban con los invitados del mundo del deporte, los negocios, las artes escénicas, el cine, la televisión y los empresarios sociales y militares.
Glencairn es la residencia oficial de Robin Barnett, embajador de Gran Bretaña en Irlanda, donde Harry ha estado hablando con entusiasmo de su amor por el país.