Todos pensarían que Francesco Pellegrini tenía el trabajo soñado en Wall Street, pero al parecer no fue suficiente.
El analista que tenía una plaza en la firma Sidoti & Company perdió el control al no recibir un aumento, luego de solicitarlo.
Con el afán de crecer dentro del mercado de valores, Pellegrini pudo haber arruinado su sueño luego de destruir la oficina de su jefe en un arranque de furia.
Puso en riesgo su futuro luego de publicar en sus redes sociales “su renuncia” en medio de un caos provocado por él y posteado posteriormente en su cuenta de Instagram.
En una de las imágenes se puede ver cómo bebió champán y dejó una nota de odio en un escritorio que decía: “Jódete. Renuncio”.
Por medio del The New York Post acerca de la singular partida de Pellegrino, Peter Sidoti, el encargado en jefe de la firma, aseguró estar confundido. “No sé ni cómo responder”, dijo antes de colgar el teléfono.