“Las balas nos pasaban silbando por encima de la cabeza”, dijo con el rostro cubierto uno de los más de 200 estudiantes rescatados de una iglesia atacada por fuerzas gubernamentales, en un episodio de la violencia que deja más de 270 muertos en Nicaragua.
Los paramilitares estaban a 50 metros desde donde “nos atacaron sin piedad e hicieron dos intentos de quemar la iglesia con nosotros adentro”, relató a la AFP el joven, que por seguridad se identificó con el seudónimo de “el Negro”.
Tras iniciar el ataque hacia el mediodía del viernes por paramilitares encapuchados desde distintos flancos, los estudiantes atrincherados en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN) buscaron refugio en el templo de la Divina Misericordia, próxima al campus en el residencial de Villa Fontana al sureste de Managua, contó el joven.
Fueron casi 20 horas de horror lo que vivieron cerca de 200 estudiantes desalojados de la UNAN, una operación que se saldó con dos muertos y unos 14 heridos, según el cardenal Leopoldo Brenes, quien encabezó una misión para sacar a los muchachos que estaban en el templo.
Policías y paramilitares sandinistas disparan sin motivos camionetas de la sociedad civil. No les importa si hay niños presentes como en este caso!#NICARAGUA #TVPeruInforma #rppinforma #rotafono#alertanoticias pic.twitter.com/kOR3NOtEj3
— Lord ن (@blackdragon1802) 15 de julio de 2018
“No respetaron la iglesia y la imagen de la virgen, el Cristo, todo lo quebraron, las paredes quedaron pasconeadas” por los disparos, agregó el estudiante con voz quebrada tras vivir la experiencia del ataque con armas de grueso calibre.
“#Nicaragua no nos dejes morir”… El grito desesperado de esta estudiante dela UNAN en #Managua, mientras eran atacados con fusiles Ak-47 de guerra por los paramilitares y policías enviados por #DanielOrtega. Es hora de una acción militar internacional en contra de esta masacre! pic.twitter.com/eqHrnV26A9
— Cristian Crespo F. (@cristiancrespoj) 14 de julio de 2018
Casi en la madrugada del sábado, con riesgo de recibir un disparo, “nos salimos a apagar el fuego, porque se estaba quemando la iglesia con todos adentro”, dijo el universitario mientras buscaba ansioso a su madre, a quien no veía hace dos meses.
“Mucha impotencia”
Pese a los momentos de suma tensión que se vivieron durante casi 20 horas “no sentí miedo, pero sí mucha impotencia porque ellos nos atacaron con fusiles AK-47, Dragunov y granadas; nosotros solo teníamos morteros artesanales y las barricadas”, manifestó otro estudiante.
En #Nicaragua se viven momentos de terror por parte de las tropas paramilitares que el gobierno de Ortega no quiere detener. La comunidad internacional debe saber lo que sucede en este país y a su pueblo. pic.twitter.com/h4p7xMNXpr
— Denuncias Ciudadanas Bucaramanga (@DC_Bucaramanga) 15 de julio de 2018
Las trincheras de piedras y adoquines poco les protegieron porque se pulverizaban con los disparos que hacían desde una distancia no muy lejana, manifestó.
El ataque fue tan brutal que se sintió fuerte una explosión cuando “tiraron una granada que pegó en el muro del portón que lo desbarató y por ahí entraron a la UNAN”, agregó.
“Mataron a Gerald Velázquez, fue un tiro a la cabeza, no pudimos hacer nada y lo perdimos”, dijo consternado este joven de 22 años, que pidió no ser identificado tras asegurar que continuará en la lucha cívica hasta que se vaya el presidente Daniel Ortega del gobierno.
https://twitter.com/EmilianoCHM69/status/1018155737770536966
Otra estudiante, con la pierna vendada y dificutad para caminar, relató que a la medianoche “nos quitaron la electricidad y nos empezaron a tirar a la cabeza (…) Miré caer a uno de mis compañeros (Velázquez), como era noche y estaba oscuro hasta en la mañana nos dimos cuenta del otro compañero muerto” en una barricada.
#ÚltimoMinuto Aumenta la cantidad de estudiantes heridos en la UNAN Managua por ataque armado de paramilitares y policías. Los jóvenes se refugian en la Iglesia Divina Misericordia y también disparan al recinto religioso. Aquí detalles ➡️ https://t.co/b0oa1lMeZi #SOSNicaragua pic.twitter.com/jN5kS70pAi
— LA PRENSA Nicaragua (@laprensa) July 14, 2018
Los estudiantes de la UNAN, la más importante universidad pública del país, se tomaron el local casi un mes después de iniciadas las protestas el 18 de abril, debido al control que sobre ella tenía la dirigencia estudiantil, proclive al gobierno de Ortega.
Emotivo reencuentro
Tras el brutal asedio, los jóvenes lograron salir la mañana del sábado de la iglesia por gestión de la jerarquía católica, al frente de la cual estaba el cardenal Brenes y miembros de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos.
Dos buses llenos de alumnos ingresaron a los predios de la catedral de Managua, junto con ambulancias de Cruz Roja con algunos heridos, donde eran esperados por centenares de familiares y amigos entre aplausos, lágrimas y gritos de justicia.
Con información e imágenes de la agencia AFP.