Sí, la tristeza es parte de la vida…de nuestras emociones; y de hecho se vale sentirla. ¿Pero qué pasa cuando esta no nos deja vivir en paz? ¿Qué podemos hacer para dejar de sentirnos así? Los expertos nos recomiendan.
Aceptar la tristeza: Y como en todo, es muy importante en primer lugar aceptar que nos sentimos tristes. Según investigaciones, es en la mañana que podrías sentirte más triste que en el resto del día, así que debes:
- Identificar qué es lo que nos desanima, al nada más despertar.
- Reconocer que te sientes triste, y que por eso probablemente no tengas fuerza para levantarte. E incluso reconociéndolo te sentirás un poco mejor.
- Debes ser consciente de que no te debes dejar vencer por esos pensamientos rumiantes y negativos, pero recuerda además, que tu actitud y tu interés por sentirte mejor son sumamente importantes.
- Respira, toma aire, abre las ventanas y prepárate para dar un paso adelante.
Identifica qué te ilusiona en la vida: ¿Qué te hace feliz? ¿Qué te motiva? ¿Qué te ayuda a seguir adelante día a día? No se necesitan mayores cosas o situaciones para recobrar la ilusión por la vida. Piensa en algo que te gustaría hacer a penas te despiertes. Haz pequeños cambios, y estos harán la diferencia.
Deja ir eso que ya no está o lo que no te deja seguir adelante; de nada te sirve aferrarte a las personas, o a las cosas. La vida evoluciona, todo cambia, se transforma y en ocasiones no dejamos ir, no soltamos. Con la fortaleza y la decisión necesarias, es más fácil hacerlo. ¡Libérate! No te quedes atrapado en el pasado.
¡Renuévate! Debes moverte, cambiar, evolucionar; no te quedes en la cama sientiendo lástima por ti mismo. Busca nuevos proyectos, plantéate nuevos objetivos y metas. Retoma lo que dejaste de hacer y disfruta. ¡Sí se puede!
Fuente: https://bit.ly/2O2livi
