¿Raro ese nombre verdad? ¿Te suena eso del síndrome del impostor? La verdad yo nunca lo había escuchado y por eso mismo me parece sumamente interesante. Básicamente se trata de las personas que no saben cómo aceptar un cumplido, les cuesta mucho además aceptar las cosas buenas que les suceden, o incluso cuando les va bien en su vida.
Fue la psicóloga estadounidense Ellen Hendriksen de la Universidad de Boston, quien habló de esto la primera vez. ¿Pero qué es lo que causa este síndrome? Nada más y nada menos que la baja autestima, la inseguridad y la falta de confianza en sí mismo. ¿Te suena? ¿Cuáles son las señales para saber si lo padeces?
- Pensar que “eres un fraude”. Si, constantemente este tipo de persona piensan que son un fraude y que no se merecen nada bueno.
- Creen que lo que le pasa es cuestión de suerte. Sí, así es. Consideran que lo que les pasa de bueno, no es resultado de su trabajo, talento o habilidades, sino de su “buena suerte”.
- Consideran que lo bueno que les pasa “no es tan importante. Ellos mismos se boicotean, y cada logro u éxito obtenido no es “importante”. Y es que una cosa es ser humilde, y otra muy diferente es no creer que algo bueno les pueda suceder y hacer de menos lo que han logrado con su propio esfuerzo o mérito.
¿Cuáles son los motivos de este síndrome? La experta asegura que suele pasarle a personas que en la niñez, solían ser etiquetadas por su padres, como por ejemplo: “linda”, “inteligente” o “bonita”. Al ser llamados de esta manera, suelen creer que tienen que llenar expectativas de los demás, y de hecho, no se sienten capaz de hacerlo.
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