Todos hemos tenido en alguna ocasión hemos utilizado alguna que otra excusa para no asistir a clases. Aquí os presentamos algunas de las màs comunes:
- Estoy enfermo– El clásico de los clásicos de las excusas para no ir, normalmente acompañado de un termómetro puesto en el calentador y una voz débil y carraspeante.
- Me he caído mientras iba a clase– Solo tienes hacer como si fueras a clase y al rato volver con el tobillo cuidadosamente vendado por algún colega y cojeando con cara de pena, a muchos les funcionó.
- El profesor no ha venido a clase– Una vez más haces como que vas a clase y vuelves más tarde con el argumento. Esto muchas veces sólo aplica para las clases que tengas con ese profesor, pero aun unas horas merecen la pena.
- Mis profesores están de huelga– En estos tiempos de crisis, una de las mejores excusas que puede haber.
- Pedí salir a la chica/chico que me gusta y me dijo que no– Procura poner una cara de absoluta desolación, para que tu madre o padre tengan piedad y te den un día par recuperarte del golpe y la humillación.
- He tenido problemas familiares– Aquí tenemos una específica para profesores. Si se lo dices con un tono sombrío, pensarán en algo grave y no pedirán saber más.
- Responder por el colega ausente– Una vez más en clase, sé solidario y cuando pasen lista, responde “presente” por el compañero ausente.
- Tienes nauseas porque comiste un día anterior algo que te hizo mal.
- Enfermedad viral le dices a tus padres que un compañero tiene conjuntivitis o alguna enfermedad contagiosa como varicela, sarampion,etc y que tienes mucho miedo de contagiarte.
- Muchas tareas los maestros ayer te dejaron mucha tarea y no vas a llegar al colegio porque no te dio tiempo de terminar todas.
- No faltas muy seguido, hace mucho que no faltas y que no tienes ninguna prueba ni tareas y quieres quedarte en casa.