Managua – El sandinista disidente Edmundo Jarquín, excandidato a la Presidencia de Nicaragua, abogó hoy por la unidad de las fuerzas opositoras al Gobierno de Daniel Ortega con el fin de recuperar la pluralidad política.
“Lo que nos une ahora es la lucha contra esta dictadura”, dijo Jarquín, que se desempeñó como embajador en España y México durante el primer Gobierno sandinista (1979-1990), en un programa radial en la emisora La Corporación.
“Y la pluralidad social, económica y política de quienes integramos esa lucha, no debe en ningún caso afectar la necesaria unidad, porque en todo caso se trata de unidad para recuperar la pluralidad política que Ortega se ha encargado reprimir”, continuó.
La esencia de la democracia es la tolerancia
Jarquín explicó que precisamente la esencia de la democracia es la tolerancia frente a la discrepancia.
“Y comentamos esto, a propósito que debemos desde ahora marcar la diferencia con el régimen de Ortega, pues recientemente, con motivo de las Fiestas Patrias, la Alianza Cívica y otras organizaciones han emitido declaraciones y propuestas que apuntan hacia la recuperación de la democracia una vez que finalice el gobierno de Ortega”, anotó.
“Esas propuestas, con diversos grados en los detalles, apuntan todas en la misma dirección que es recuperar, en un marco de ejercicio pleno de las libertades democráticas, la inevitable diversidad de opiniones y criterios que el régimen de Ortega ha intentado, inútilmente, aplastar”, añadió.
Por tanto, para Jarquín, “se trata, desde ahora, de marcar la diferencia”.
Unidad de movimientos
La Alianza Cívica anunció el miércoles pasado una gran unidad de movimientos y líderes nicaragüenses, para exigir justicia y democracia en el país centroamericano, que atraviesa una crisis que ha dejado cientos de muertos en protestas contra el Gobierno desde abril pasado.
La unidad aglutina al menos 26 organizaciones civiles, entre grupos de manifestantes autoconvocados, movimientos juveniles, estudiantiles, médicos, políticos, feministas y de la diversidad sexual.
Un informe de la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh) responsabiliza al Gobierno de “más de 300 muertos”, así como por ejecuciones extrajudiciales, torturas, obstrucción a la atención médica, detenciones arbitrarias, secuestros y violencia sexual.
El presidente Daniel Ortega ha rechazado toda responsabilidad e insiste en que se trata de un intento de “golpe de Estado”.
Con información de Agencia EFE