Más de tres millones de personas murieron como consecuencia de enfermedades relacionadas con el consumo de alcohol en 2016 —el 5,3% de los fallecimientos registrados— y más del 75 % de esos decesos afectaron a varones, según indica el último informe que ha publicado la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Las estimaciones oficiales indican que 237 millones de hombres y 46 millones de mujeres padecen trastornos relacionados con el consumo de alcohol y esa diferencia se mantiene tanto en Europa —14,8 % y 3,5 %— como en las Américas, con un 11,5 % y un 5,1 %, respectivamente.
En promedio, 2.300 millones de personas toman alcohol y el consumo medio diario es de 33 gramos puros de esa sustancia, que equivalen a dos copas de vino, una botella grande de cerveza o dos tragos de espirituosos de 40 mililitros cada uno. Más de la mitad de esa cantidad se ingiere en América, Europa y la región del Pacífico Occidental: de hecho, el viejo continente tiene el mayor consumo por habitante del mundo, aunque se ha reducido en más del 10 % desde 2010.
La mortalidad mundial por causas relacionadas con el alcohol aún resulta “inaceptable” para la OMS, que llama a adoptar medidas para resolver este problema.