Esta pregunta nos invade siempre que salimos con el chico que nos gusta, ¡qué nervios! ¿Le parezco bonita, le estará gustando la cita? ¿Tengo labial en el diente?, los hombres suelen ser poco expresivos –la mayoría del tiempo– pero también tienen sentimientos. Es verdad que los chicos se fijan primero en el físico, pero aunque no lo creas, también existen otras características en las que se fijan como el sentido del humor… y tus ojos, claro.
la primera cita con un hombre, las mujeres no son las únicas que se estresan y entran en crisis existenciales por miedo que no les vayan a gustar o incluso desde el momento que estában escogiendo el outfit perfecto, en realidad aunque el cerebro masculino y femenino no funcionen de la misma manera, ellos también sufren cierta tensión cuando salen con nosotros.
En un estudio de psicobiología realizado por la Universidad de Cambridge, dice que en “primer momento’’ hay muchos elementos en común entre el hombre y la mujer y son puntos con los que muchos nos sentimos identificados:
- Cuando ambos nos gustamos, se activa un instinto primario muy similar en ambos sexos.
- Si perdemos el control, decimos cosas sin sentido o parecemos nervioso, exagerados y torpes.
- En ambos aumenta el nivel de cortisol en la sangre y se reduce la serotonina que es un neurotransmisor que nos provoca la calma.
Lo que quiere decir que ambos entramos en un proceso de obsesión y fijación, dejando como consecuencia que la persona que nos gusta sea nuestro único foco de atención.
Piensa en tu cuerpo
Todos recibimos al cuerpo del otro como carta de presentación –inconscientemente– de primera instancia; la diferencia es que nosotras primero analizamos su rostro, cuerpo, manera de vestir e incluso, su manera de caminar. Ellos también lo hacen pero después, primero nos observan con detalle para saber si les atraemos sexualmente y si esto pasa los niveles de testosterona se elevan y piensan mucho más en el sexo que nosotros. Cuando las imágenes sexuales se activan, se habla de un “cerebro dividido’’ que obliga al hombre a lanzarnos sus mejores técnicas de ligue mientras que la otra parte mantiene la calma y se enfrenta a las imágenes mentales.
Piensa en qué más hacer para seducir
Seducir es un trabajo un tanto difícil. Después de que ya valoraron nuestro aspecto físico, empiezan a observarnos para valorar otros factores como nuestro sentido de humor, nuestro tono de voz, que tengamos intereses parecidos a los de ellos y la manera en cómo recibimos sus palabras. Mientras nosotras buscamos sentirnos comprendidas y escuchadas, ellos disparan sus mejores estrategias para lograr captar nuestra atención, seducirnos y mostrarnos su mejor versión.
Todas estas acciones sí las relacionan con su deseo sexual, que al mismo tiempo expulsa serotonina que provoca que el cerebro del hombre mantenga el equilibrio y pueda pensar con calma.
Pueden ser un poco bipolares
Es verdad, el hombre tiene un cerebro dividido. En el cerebro del hombre no existe un hemisferio que lo haga ser más emotivo y otro que lo obligue a obedecer sus instintos y su deseo sexual. Entonces cuando pasa por la atracción o el enamoramiento, ocurre que tiene un colapso entre los mecanismo biológicos y tiene un impacto en la manera de actuar y en la toma de decisiones y para ambos provoca que actuemos más irracional porque la amígdala cerebral tiende a inhibirse. El mostrarse un poco “bipolares’’ se refiere a que el hombre suele pensar más en sexo que las mujeres, pero al mismo tiempo no dejan a un lado su deseo de formalizar una relación, enamorarse y encontrar una pareja con quien compartir su felicidad.
