A principios de octubre, el Ayuntamiento de Oak Park, en el estado estadounidense de Míchigan, publicó en su cuenta de Facebook un anuncio invitando a la fiesta de Halloween que se celebraría en un centro comunitario de dicha localidad.
La invitación, dirigida a todos los ciudadanos, estaba sujeta a una condición: que nadie se presentara disfrazado de payaso.
Sin embargo, la reacción social a la prohibición obligó a las autoridades a reconsiderar su postura.
Las autoridades explicaron que el motivo de la prohibición era que los disfracesde payaso causan miedo a muchas personas, pues en los últimos tiempos en EE.UU. ha habido muchos reportes de personas que cometieron delitos y ataques ocultando su identidad bajo un disfraz de payaso.