He de confesar que este tema me interesa mucho, porque me siento realmente identificada.
Las carreras del día, a día, el trabajo, el estrés, el trafico, el poco tiempo libre y los diferentes compromisos nos dejan agotados, sin embargo debemos hacer una diferencia entre el cansancio y la fatiga crónica. ¡No es lo mismo! ¿Pero cómo lo diferenciamos?
Los expertos aseguran que el cansancio es el deseo extremo de dormir. De hecho, así lo explican: “Mientras pasan las horas, un químico, llamado adenosina, se acumula en el cerebro. La adenosina le señala al cuerpo que necesita sueño. Como la acumulación de adenosina aumenta con las horas que pasamos despiertos, es normal que estemos más cansados hacia el final del día”. Por cierto, este se soluciona durmiendo precisamente.
Mientras que la fatiga crónica no se soluciona descansando o durmiendo, ya que no sólo sus ojos se sienten cansados, sino su cuerpo en general, sus músculos y huesos se sienten pesados, además de no tener energía para seguir con sus actividades diarias, ni física, ni mentalmente. Al parecer tienen que forzarse y “arrastrarse” para ir a todos lados.
Esta puede ser causada por otras enfermedades como: depresión, anemia, hipoglucemia, fibromialgia o incluso cáncer. Las personas que la padecen se sienten débiles e impotentes. No les dan ganas de nada, incluso ni de comer o arreglarse o hacer algo…simplemente no pueden llevar una vida normal; esto a su vez afecta sus relaciones laborales, interpersonales y personales.
Si crees padecerlo, consulta con un profesional y hazte los exámenes y las pruebas necesarias.
Fuente: https://bit.ly/2BRrMJf