La quinta mujer que recibe el Nobel de Química recordó, en una rueda de prensa con el resto de laureados en categorías científicas, que “hemos estado modificando el mundo biológico a nivel del ADN durante cientos de años“.
Pero ahora, “de alguna manera, hay este nuevo miedo a lo que ya hemos estado haciendo y ese miedo ha limitado nuestra capacidad de proporcionar soluciones reales“ a algunos problemas.
Se puede hacer más sin obstáculos reglamentarios
Winter indicó que se podría hacer “mucho más“ usando la evolución dirigida si no hubiera algunos “obstáculos reglamentarios para hacerlo“ y también se refirió a problemas con los Organismos Genéticamente Modificados (OGM).
La química ha contribuido al cambio climático
La nueva nobel, por su parte, dijo que siempre ha estado “muy preocupada“ por cómo la química ha contribuido al cambio climático y señaló que ahora hay avances que pueden contribuir a vivir de manera sostenible y limitar los efectos del calentamiento global.
Así, se mostró convencida de que la evolución dirigida, en la que lleva 30 años trabajando, puede ayudar a lidiar con algunos desafíos a los que se enfrenta la Humanidad de una manera “eficiente y limpia“.
El “mejor biólogo del mundo es la naturaleza, que sabe usar recursos renovables“ para crear todo tipo de materiales y formas de vida, recordó.
Arnold indicó que aquello que le inspira y motiva en su trabajo científico es “la alegría del descubrimiento“ y la posibilidad de hacer algo “por ayudar al planeta y las personas“.
El compromiso mediante la ciencia
El compromiso fue el concepto más importante que señalaron los nuevos nobel como motivación, pues la ciencia “te da la oportunidad de comprometerte en algo más grande que tú mismo“, explicó Paul Romer, uno de los premiados en Economía por crear modelos que incluyen la innovaciones tecnológicas en el análisis macroeconómico.
Para Winter poder hacer algo que ayude a las personas es “lo que marca la diferencia“.
Pero también estar en laboratorio y “ver algo nuevo que nunca nadie ha visto antes“, en palabras de la tercera mujer nobel de Física de la historia, Donna Strickland, ganadora por la creación de un nuevo tipo de láser que entre otras muchas aplicaciones ha popularizado las operaciones correctivas en los ojos.
Con información de EFE
Edición: Sergio Méndez