Cuando se apagan las luces y se enciende la lencería, Jade se convierte en una mujer diferente, eso declaro como una “sugar baby”.
Cumplir las fantasías de diferentes hombres es parte del trabajo nocturno de una mujer, y de manera crucial ayuda a pagar las cuentas de Jade.
Ella hizo su incursión en el mundo de las damas de compañía semanas después de divorciarse de su marido infiel.
La estudiante universitaria de Australia, de 32 años, tenía un solo ingreso y necesitaba desesperadamente dinero extra, reveló al medio Whimn.
Pero no se trata solo del dinero para Jade, que actualmente está saliendo con nueve hombres y está ganando casi 400 libras por cada uno.
A ella también le gusta la compañía, y su pareja favorita tiene 50 años.
Una de las revelaciones más grandes fue que no siempre implica dinero y regalos a cambio de sexo, algunos solo quieren hablar.
“También me gusta la intimidad. No es un flujo constante de dinero, sino un flujo constante de compañía”, aseguró.
“Estos no son hombres que no pueden obtener atención o sexo de otras personas, son solo hombres que han afinado exactamente lo que quieren y no es el tipo de relación que simplemente aterrizará en su regazo”, contó.
Jade tenía 10 pretendientes, hasta la semana pasada. Ella perdió uno porque él quería ser exclusivo con ella, lo cual era imposible, según ella.
Ella aseguró que la mayoría respetan el acuerdo y simplemente prefieren enviar mensajes de texto, ya que no quieren la molestia de una relación real.
La madre de Jade no tiene idea de su doble vida, pero las amigas cercanas la tienen y ella siempre les dice a dónde va, para mantenerse a salvo.
También ha advertido a otras que están considerando convertirse en acompañantes, que no lo hagan solo por el dinero, ya que los interesados buscan más que sexo.
