El bromance es un vínculo estrecho entre amigos que va más allá de la mera compañía para divertirse.
Entre hombres existen ciertos códigos y comportamientos que tal vez una mujer no alcance a comprender del todo y viceversa. Quizás de esa carencia de entendimiento entre sexos opuestos haya nacido la tendencia llamada bromance, una mezcla de las palabras brother (hermano en inglés) y romance.
El bromance no se trata de un romance entre hombres en el sentido tradicional del término, pues no hablamos de relaciones afectivas donde haya un componente de atracción sentimental y sexual. El bromance es un vínculo estrecho entre amigos que va más allá de la mera compañía para divertirse: se trata de una relación donde se establecen lazos sólidos de ayuda, comprensión e incluso de entendimiento espiritual. Comparten entre ellos aficiones, gustos y tendencias que los definen a ojos de los demás.
Quienes se ven envueltos en un sentimiento de bromance efectivamente experimentan un amor hacia sus amistades pero basado en la admiración hacia sus cualidades humanas e intelectuales. Los hombres que experimentan esta sensación llegan a crear una especie de hermandad en apariencia irrompible donde todos se quieren, se ayudan, se entienden y la pasan bien.
Creciendo en una sociedad donde el machismo sigue imperando en diversos sectores, el bromance puede ser mal visto o mal interpretado por quienes siguen pensando que admirar o mostrar cariño de manera efusiva hacia un amigo es sinónimo de homosexualidad o amaneramiento. El bromance intenta romper esa barrera de prejuicio y permite a los hombres ser más espontáneos en su manera de expresarse y la forma en la que se conducen con sus amigos más queridos.
Entre amigos de bromance se cuenta todo puesto que hay una confianza absoluta, no hay vergüenza por mostrarse tal cual es cada uno de ellos puesto que nadie emite juicios sobre su amigo. Es una relación en donde los lazos se hacen más sólidos con el paso del tiempo porque se comparten experiencia especiales y hay un interés en ayudar al otro en caso de que ocurra un problema. Hay una confianza absoluta en que ese amigo estará ahí cuando se le necesite sin temor a que diga un “no” como respuesta, a menos que la situación lo amerite.
Algunos han catalogado al bromance como otro “tipo de amor”, lo cual de cierta manera es cierto, sin embargo no tiene por qué confundirse con un tipo de amor sexual o afectivo, como ya se ha dicho. La heterosexualidad de los involucrados en un bromance les llevarán a disfrutar plenamente de relaciones afectivas con sus parejas femeninas, pero es probable que éstas queden de alguna manera “excluidas” de ese círculo íntimo de amigos donde los códigos establecidos y los sentimientos expresados les pertenecen a ellos y a nadie más.
El bromance parece llevar a la realidad las palabras del filósofo griego Platón en sus Diálogos, en especial en el llamado El Banquete: “No hay mayor ventaja para un joven que tener un amigo virtuoso, ni para un amigo que el amar un objeto virtuoso. Inspira al hombre la vergüenza del mal y la emulación del bien. Inspira valor, pues ‘solo los amigos saben morir el uno por el otro’. En el alma del que ama hay divinidad”.
La Universidad de Winchester en Inglaterra, en el que participaron 30 universitarios heterosexuales, arrojó que una relación bromancer le da a los hombres sentimientos de seguridad y soporte emocional. Uno de los autores del estudio declaró: “No sólo la habilidad de expresar el amor en un bromance se valora. Nuestros participantes pudieron expresar vulnerabilidad en este tipo de relaciones y divulgar sus conflictos personales sin el miedo de quedar en ridículo.”