Celebrar para Freddie Mercury, no era solo bailar. La voz de Queen no solo ha pasado a la historia por su talento, sino también por aquellas ‘escandalosas’ y bizarras fiestas que organizaba.
Una de las más polémicas fue tal vez la que organizó un 31 de octubre de 1978 en el Hotel Fairmont de Nueva Orleans. La banda decidió preparar una fiesta a propósito del próximo lanzamiento de su disco “Jazz”.
Para ello reunió a más de 400 personas, entre ejecutivos de diferentes disqueras, periodistas, famosos amigos y, por supuesto, los miembros de la banda.
Para ‘entretener a sus invitados’, contrató voluptuosas strippers – algunas vestidas como monjas – , encantadores de serpientes, un artista que le quitaba la cabeza a pollos vivos, camareros desnudos, drag queens, modelos que luchaban en una piscina de hígado picado, servicio de sexo oral en los baños, y enanos que, en sus cabezas, llevaban una bandeja con líneas de cocaína exclusivamente traída de Latinoamérica. “Muchas hoteles ofrecen a sus clientes servicio a la habitación. Este ofrece servicio de ‘labios”, comentó Mercury a la periodista Sylvie Simmons.
Como también era Halloween, la sala de baile del lugar contaba con 50 árboles muertos rentados para la ocasión, que los hacía lucir como un “bosque esquelético”, asemejándolo a una película de terror.
“Si Freddie te quería en la fiesta, hacía lo imposible para que vayas. Tenía un avión para recoger a sus amigos, sin importar en qué lugar del mundo estuvieras”, contó un amigo allegado.
El precio de esta fiesta denominada “Sábado de noche en Sodoma” le costó a la discográfica EMI casi $200 mil,y quedó en la historia como una de las fiestas más polémicas y desenfrenadas de la historia de la música.