Después de una noche de parranda el apetito se vuelve caprichoso y te obliga a hacer hasta lo imposible para satisfacerlo, incluso tener que cocinar tú mismo, aunque estés en un restaurante.
Así le ocurrió a este hombre de Carolina del Sur que tuvo que hacerse su propia cena enWaffle House, porque el único empleado del local estaba dormido. Fue un verdadero auto-servicio.
Alex Bowen había pasado la velada bebiendo vodka y no podía dormir. De pronto tuvo antojo de comer algo y al llegar al restaurante estuvo un rato frente a la barra esperando que alguien lo atendiera. Después de un rato, se dio cuenta de que solamente había un hombre sentado en una mesa y dormido como un bebé.
Pero en lugar de despertar a este trabajador dormilón, Alex decidió dejarlo descansar y fue a la cocina para prepararse su propia cena.
Con mucho cuidado (y tratando de no hacer mucho ruido), encendió la parrilla y se puso a freír tocino. Con todo el cuidado que le permitía su ebriedad, se preparó un sandwich con doble tocino, queso derretido y pepinillos extra. Supo consentirse y se tomó fotografías en su cuenta de Facebook de cómo lo hizo.
Cuando acabó su cena, limpió lo que había usado en la cocina y se fue del lugar. Pero este hombre no es ningún ladrón y volvió al día siguiente al lugar para explicar lo que había sucedido y pagar su cuena.
La cadena Waffle House se disculpó en lo medios con este comunicado oficial:
Nuestro Gerente de División local ha hablado con Alex y se disculpó. Por razones de seguridad, nuestros clientes nunca deben tener que ir detrás del mostrador. En su lugar, deben obtener una experiencia de calidad entregada por socios amigables. Estamos revisando este incidente y tomaremos las medidas disciplinarias apropiadas.
Alex dijo que en realidad es una persona bastante tranquila y que nunca hubiera hecho algo así, pero que su amigo “vodka” lo impulsó a conseguir su cena a toda costa.
Y es que cuando se tiene antojo, solo se necesita un poco de valor líquido para atreverse a lo que sea.