Todos odiamos las inyecciones. Aunque seamos los hombres más rudos, tan solo de ver una aguja se nos enchina la piel y temblamos de pavor. Pero este joven nos puso el ejemplo: se arremangó la camisa y se aplicó las vacunas que sus padres no le habían puesto cuando era niño.
Allá por el año de 1998 una investigación realizada por Andrew Wakefield concluía que las vacunas dañaban más de lo que prevenían. Según él, las vacunas a temprana edad podían tener graves efectos secundarios, incluso provocar autismo. Aunque se ha demostrado científicamente que esto es falso, algunas personas creen que efectivamente las vacunas son un peligro.
Tal es el caso de los padres de Ethan Linderberger, residentes de Ohio, quienes además piensan que las inoculaciones también son parte de “una compleja trama controladora del gobierno”. Así que estos legionarios antivacuna decidieron que sus hijos no recibieran inyecciones para prevenir enfermedades como sarampión o rubéola.
Pero Ethan no estaba convencido de lo que sus padres decían y empezó a preguntar en foros de internet si podía vacunarse sin el consentimiento de su familia y en dónde podría hacerlo de forma segura. Sin embargo, los usuarios de Reddit le dijeron que no podía hacerlo hasta ser mayor de edad, así que este joven tuvo que esperar un poco de tiempo.
Mis padres creen que las vacunas son alguna clase de maquinación del gobierno. Es algo realmente estúpido y he tenido más de una discusión sobre el tema con ellos. Pero, debido a sus creencias, nunca he sido vacunado ni nada, solo Dios sabe cómo es que sigo con vida.
Finalmente alcanzó la mayoría de edad y en lugar de celebrar con una gran fiesta, Ethan decidió ir a un centro de salud para que le aplicaran las inyecciones que no había recibido de niño. Es todo un rebelde.
Ethan decidió hacer esto debido a un aumento de casos de sarampión que hubo en su ciudad. Hasta ahora le han dado cinco vacunas, pero sus padres no están para nada contentos. Aunque no tiene de qué preocuparse, su madre sigue temerosa de que su hijo se convierta en autista por vacunarse.
Esta oveja negra de la familia no se ha quedado sola, pues también su hermano menor ya se “contagió” de su fiebre por las vacunas y dice que seguirá los pasos de su hermano.
Lo que no sabíamos es que en algunos lugares del mundo se necesita el consentimiento de los papás para recibir vacunas. A nosotros simplemente nos visitaban grupos de enfermeras cuando íbamos a la escuela y comenzaba el martirio de tener que vacunarte frente a todos. Pero aunque fue un sufrimiento horrible, eso forjaba el carácter.