Pero para perder peso no solo hace falta alimentarse bien (un aspecto fundamental, pero no el único en este objetivo), sino también hace falta dejar de lado el sedentarismo y, por otro lado, utilizar la mente como aliado.
David Robson, experto entrevistado por la BBC, explicó que «el apetito se forma tanto en la mente como en nuestra entrañas».
¿Cómo tu mente puede ayudarte a perder peso?
Domestica el apetito: si tu mente no quiere bajar de peso o cambiar la alimentación, créeme, no lo hará. A la hora de perder peso debes estar convencida de que eso es lo que quieres: deseas alimentarte mejor y cambiar de peso. El cambio tiene que estar primero en tu mente, para que luego se traslade a tu apetito y a tu cuerpo.
Ser realista: otro aspecto fundamental para tu mente y tu cuerpo. No, no puedes bajar 20 kilos en un mes. Es imposible y, de todas maneras, es poco saludable. Por lo tanto tu mente debe ser realista en lo que puede hacer el cuerpo de forma saludable. Para que esté de tu lado (y no se convierta en tu principal enemigo) debes ponerte, primero, pequeños objetivos que sean fáciles de alcanzar. Para luego ir aumentando las metas.
Apelar a la memoria: de acuerdo a Robinson «comer atentamente» puede ayudar a saborear más las comidas y, además, comer con mayor conciencia. Además, el experto explica que «recordar la última comida que ha comido puede ayudar a adelgazar sin tener un apetito voraz».
La mente juega un papel fundamental a la hora de perder peso. Si la controlas, si aceptas que no existen los milagros en materia de peso y que solo dependerá de ti y de tus hábitos, podrás comenzar a sentirte bien, a dejar de luchar contra el peso y, sin que lo notes, también comenzarás a perder esos kilos de más.
Mente, alimentación y ejercicio: todo lo que necesitas para perder peso.