Selena Quintanilla, la reina de la música Tex-Mex, es recordada este 31 de marzo al cumplirse tras 24 años de su trágica muerte, aunque los homenajes a su memoria en Texas han sido escasos y de bajo perfil.
En Corpus Christi, algunas personas recordaron el aniversario de su fatídico asesinato, colocando flores a los pies de la estatua de la cantante, ubicada sobre el malecón de la ciudad en la que creció.
Bares, restaurantes, cines y organizaciones tienen una variedad de eventos planeados para honrar a Selena durante todos los fines de semana, comenzando con el aniversario de su muerte este 31 de marzo, y que continuará hasta su cumpleaños el 16 de abril.
Algunos lugares son anfitriones de bandas musicales que rinden tributo a Selena, mientras que otros dedican sus pistas de baile para hacer espacio para bailar al rimo de sus canciones. También hay eventos familiares, como las sesiones de Zumba inspiradas en Selena.
“La memoria de Selena Quintanilla sigue viva hoy en día y sigue fascinando al público. Los fanáticos, tanto nuevos como viejos, todavía vienen a visitar Corpus Christi de todas partes del mundo para rendir homenaje a su legado”, indicaron fuentes del diario excelsior.
Selena era considerada la reina de la música texana cuando fue asesinada de un balazo en la espalda por Yolanda Saldivar, la ex presidenta de su club de admiradores, el 31 de marzo de 1995.
Selena se encontraba en la cúspide de los intérpretes de música Texana, cuando falleció, luego de haber trabajado por años para alcanzar el éxito y obtener el reconocimiento del público ocupando los primeros lugares de ventas de discos en su género.
Sin embargo, aún ahora, a 24 años de su trágica muerte, Selena continúa vendiendo discos y superando a muchos artistas actuales de las compañías disqueras que continúan emitiendo su material.
Selena se ha convertido en un icono de la comunidad hispana en Estados Unidos. La vida de la cantante ha sido tema para una docena de libros y su biografía ha sido llevada a la pantalla por productores de Hollywood.
Yolanda Saldivar, la mujer responsable de su muerte, cumple una sentencia de cadena perpetua en una cárcel de Gatesville cerca de Waco, Texas.