Una banda de pastores evangélicos que obligaba a los fieles a vender sus casas para quedarse con el dinero, fue detenida en Argentina, informaron las autoridades locales.
La banda de pastores evangélicos fue desbaratada luego de confirmarse que, mediante diferentes acciones de manipulación, obligaban a sus fieles a vender sus casas y les exigía trabajar en una panificadora sin darle ninguna remuneración.
También forzaban a los hijos de los seguidores a dejar de ir a la escuela para que salgan a la calle a vender los productos que fabricaban.
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La Policía de la provincia de Buenos Aires descubrió que los líderes de la organización llevaban una vida ostentosa y tenían, entre sus propiedades, membresía en un club de campo y varios establecimientos rurales.
Durante la operación capturaron a 26 personas y se incautaron casi 40 mil dólares y más de un millón de pesos argentinos.
Entre los detenidos se encuentran la presunta líder a quien se conoce como “Tía Eva” y a su segunda, llamada “La jefa”.
Además se secuestraron 17 vehículos (entre automóviles, camionetas y utilitarios), alhajas de oro, 46 teléfonos celulares, 57 tarjetas de crédito, computadoras, documentación y otras evidencias.
Investigación
La investigación que permitió desmantelar a este grupo delictivo comenzó en diciembre de 2018 luego de una denuncia hecha por una joven de 24 años.
Según su testimonio, cuando era adolescente, sus padres fueron captados por miembros de un templo evangélico conocido como Filadelfia, y que había copiado el nombre de otra conocida organización religiosa para facilitar la captación de fieles.
La joven también contó que sus papás comenzaron a involucrarse cada vez más en el ámbito religioso y cambiaron en forma abrupta su modo de vida, hasta que los líderes de esta iglesia, bajo manipulaciones psicológicas y supuestas órdenes de Dios, los convencieron de vender su propiedad y entregarles el dinero.
Luego, se mudaron junto con otros miembros de la congregación, donde no podían tener contacto con el resto de sus familiares o amigos.
Tras esta denuncia, la Policía realizó investigaciones encubiertas e intervinieron líneas telefónicas donde determinaron que los cabecillas de este grupo se quedaban con la totalidad de las ganancias.
Las personas eran captadas cuando atravesaban momentos de debilidad emocional.
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Con información de Crónica
