Hacer pasteles genera bienestar emocional
Para Donna Pincus, profesora de Psicología y Ciencias del Cerebro de la Universidad de Boston, la gastronomía es una forma de expresión creativa y una excelente herramienta para enfrentar el estrés y la ansiedad, entre otras cosas.
Cocinar para los demás también puede ser una forma de demostrar sentimientos. Muchas veces, a través de la comida, estamos comunicando algo que no decimos verbalmente: ofrecer un alimento hecho por nosotros mismos es una demostración de dedicación y cariño.
Según Julie Ohana, asistente social y terapeuta culinaria, la comida es una expresión de amor en varias culturas y también «es un complemento positivo y maravilloso de la comunicación».
La repostería mejora la concentración
Preparar pasteles ayuda a reducir el estrés, aumenta la sensación de bienestar y la concentración. Pincus, en entrevista con el Huffington Post, asegura que preparar la masa requiere de toda nuestra atención. Cuando nos concentramos en el aroma y en el sabor, vemos dedicación y satisfacción.
Por eso, la terapia culinaria artística se ha hecho cada vez más popular. La concentración durante la creación evita que afloren pensamientos negativos. Es una manera de mantener tu mente ocupada en algo positivo (y además delicioso).
Preparar un postre para alguien querido no es solo un hermoso gesto de generosidad, también proporciona un bienestar mental. Las emociones con las que condimentamos la comida al cocinar para los demás son fundamentales y, si es que son emociones positivas, nos van a beneficiar en todos los aspectos de la vida.