Ya sea que seas un jefe o que solo tengas uno, Google te apoya. La compañía lanzó un estudio sobre lo que se necesita para ser un gran jefe, y está lleno de lecciones importantes para todos los líderes, o para quienes buscan un líder.
Google siempre ha estado interesado en el papel que desempeñan los gerentes en el éxito de un equipo. Por un tiempo, su respuesta fue, sorprendentemente, “ninguna en absoluto”. Durante unos pocos meses en 2002, intentaron manejar las cosas sin ningún gerente. Fue un fracaso catastrófico.
Todos sabemos que los gerentes son necesarios. ¿Pero qué es lo que realmente importa sobre los gerentes? En el 2008, Google comenzó un estudio de 10 años para averiguarlo. Con el nombre en código “Proyecto de oxígeno”, el objetivo original del estudio era identificar las ocho características comunes entre sus gerentes de mayor rendimiento. Pronto, comenzaron a entrenar a todos sus gerentes para desarrollar estas mismas características y principios de administración. Con el tiempo, estas cualidades evolucionaron y la compañía modificó su orientación hasta que crearon los siguientes 10 comportamientos de un gran jefe.
Un gran jefe …
Es un buen entrenador
En lugar de resolver problemas para su equipo, o, lo que es peor, dejarlos sin ninguna guía, un gran jefe usa los problemas como experiencia de aprendizaje para ayudar a su equipo a mejorar.
Empodera al equipo y no hace microgestión
A todos les gusta sentirse facultados para tomar sus propias decisiones y confiar en que tomarán las decisiones correctas. Un buen jefe le da a las personas la libertad de experimentar y tomar riesgos, al mismo tiempo que les brinda el apoyo que necesitan para hacer lo mejor que pueden.
Crea un ambiente de equipo inclusivo
Los compañeros de equipo deben ser alentados a hablar y tomar riesgos entre sus compañeros. Cuando sus compañeros hacen lo mismo, deben apoyarlos u ofrecer una crítica constructiva. Nadie en el equipo debería sentirse avergonzado por una idea o tener miedo de correr un riesgo.
Es productivo y orientado a resultados.
Los jefes quieren hacer que quienes los rodean crean que pueden realizar cualquier tarea bien. Saben cómo motivar a su equipo para producir el contenido de mayor calidad posible.
Es un buen comunicador
Las personas que escuchan los pensamientos de otros y comunican información de manera efectiva son los mejores jefes. También elogian cuando las cosas se hacen bien, y lo hacen a menudo, pero tampoco tienen miedo de dar comentarios negativos.
Apoya el desarrollo profesional y puede discutir el rendimiento
Los grandes jefes tratan a los miembros de su equipo como una inversión, no como una herramienta para el beneficio personal. Con ese fin, ayudan a las personas a desarrollar sus carreras y hacen lo que pueden para guiarlos hacia sus propios objetivos.
Tiene una clara visión y estrategia para el equipo
Saben hacia dónde se dirige el equipo o la compañía y se aseguran de que todos los demás estén en la misma página. También ofrecen objetivos concretos hacia ese destino y comunican expectativas realistas para su ejecución.
Tiene habilidades técnicas clave para asesorar al equipo
Necesitan hablar la charla y caminar el paseo. Una cosa es que alguien tenga la capacidad de administrar un equipo de manera efectiva, pero otra es haber estado antes en sus zapatos. Por ejemplo, si está trabajando en una empresa de TI, el jefe debe tener un amplio conocimiento de TI. Incluso si un jefe proviene de un fondo diferente, deben familiarizarse con las tareas diarias de su equipo.
Colabora dentro de la empresa
¡No hay yo en el equipo! Los grandes gerentes tienen la calidad de hacer que toda la compañía sienta que están trabajando juntos en lugar de enfrentar a los equipos contra equipos o la administración contra empleados.
Es un fuerte tomador de decisiones
La realidad es que los jefes tienen que tomar decisiones difíciles. A veces, la mitad del equipo quiere ir de una manera y la otra mitad la otra, y el jefe es el que tiene que tomar la reacción una vez que todo está dicho y hecho. Ser un fuerte tomador de decisiones significa decidir qué es lo mejor para la empresa y asegurarse de que todos los que la rodean conozcan su razonamiento.