Los trabajadores del restaurante Arnold’s Lobster y Clam Bar, en Eastham, Massachusetts, se sorprendieron cuando encontraron en su pedido de langostas una que destacaba del resto, era una azul brillante.
El dueño del lugar, Nathan Nickerson III, prohibió a los trabajadores cocinarla. La tuvo una semana en exhibición y ahora agregó que la donará a un acuario para que varias personas puedan admirar su belleza.
“Quiero que los niños vean, que se interesen en la vida marina y esta es una manera de entusiasmarlos”, comentó Nickerson. “Tal vez uno pueda convertirse en el próximo biólogo marino”, dijo el dueño.
Nickerson lo donará al acuario de St. Louis que se inaugurará este año. El lugar confirmó que recibirá al apreciable invitado.
“Me gustaría dar la langosta azul al acuario de St. Louis por respeto a los St. Louis Blues, que ganaron el campeonato, para demostrar que los fanáticos de los Bruins tienen clase. Queremos que esta langosta se mantenga viva y segura”, dijo Nickerson.
Según el Instituto de Langosta de la Universidad de Maine, un ejemplar de cada dos millones de langostas es de color azul. Estos animales son típicamente de color marrón rojizo o marrón verdoso, que después de que son cocinadas, se vuelven naranjas.
Esta extraña coloración azul de esta proviene de un defecto genético que hace que la criatura produzca en exceso una proteína en particular, así lo informa el instituto de langosta.
La Universidad de Maine también recalcó que la langosta azul tiene una longevidad de un año, sin embargo, se han registrado especímenes que han llegado a los tres años.
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Fotos: Arnold’s Lobster & Clam Bar. Foto de portada ilustrativa.