Nadie sabe cómo se llama, qué dialecto habla, o ni siquiera si habla. Este hombre lleva 22 años viviendo solo en el Amazonas, en lo más profundo de la selva, donde los investigadores lo conocen como ‘el hombre del hoyo’, porque hace agujeros para guarecerse y cazar a sus presas.
Las imágenes que vas a ver a continuación son las primeras que se ven en mucho tiempo de este hombre, al que FUNAI, la agencia gubernamental de Brasil que defiende a los indígenas, ha seguido desde 1996. Fueron tomadas en 2011, pero no han sido difundidas hasta ahora para protegerlo.
En ellas vemos a este indígena talando un árbol. Desde FUNAI han explicado a The Guardian que nunca se han acercado a él, porque en 2004 tuvieron un altercado tras intentarlo. Él ha preferido vivir solo, y tiene buenas razones…
En 1996, toda su tribu fue masacrada
Desde FUNAI se documentó como este hombre fue el único superviviente de toda su tribu, compuesta por unas 20 personas que fue asesinada por un grupo de ganaderos. Desde entonces él ha vivido solo, sobreviviendo en la selva sin querer contactar con nadie.
Para los investigadores es una prueba de cómo el ser humano sale adelante en casos extremos rechazando cualquier contacto, aunque el origen de esta historia partiera de alguien que vivía en sociedad.
Desde la organización se señala que el panorama de las tribus no contactadas del Amazonas es cada vez más complicado. Traficantes, madederos ilegales y ganaderos han hecho de la selva su reino, dejando cada vez menos espacio para esta gente que podría ser el último reducto de unas formas de vida que, en cualquier caso, deben ser respetadas.