El primer ministro japonés Shinzo Abe anunció este lunes la próxima celebración de elecciones anticipadas en su país, para intentar prolongar su mandato en un contexto de exacerbadas tensiones con Corea del Norte.
“Disolveré la Cámara de Representantes el 28 de septiembre”, declaró Abe durante una rueda de prensa en Tokio, lo que automáticamente provoca elecciones anticipadas en un plazo máximo de 40 días.
La disolución será pronunciada el día de la apertura de una sesión extraordinaria del Parlamento y los comicios deberían celebrarse el 22 de octubre.
Abe justificó esta repentina decisión por su voluntad de exponer su gestión económica a la aprobación de los electores.
El primer ministro propone un nuevo plan de incentivos económicos de 2 billones de yenes (15.000 millones de euros) para finales de año, la gratuidad de una parte de la escolaridad y otras disposiciones financieras, lo que aleja la perspectiva del saneamiento de las finanzas públicas
Abe reafirmó también su posición de firmeza frente a Pyongyang. “Debemos emplear todos los medios para aumentar al máximo la presión sobre Corea del Norte”, dijo. Hace unos días en la ONU aseguró que ya no era “tiempo de diálogo”.
Algunos, como el editorialista Masao Yora, temen sin embargo que el periodo de campaña electoral cree “un vacío político” del que podría aprovecharse el régimen norcoreano.
– El cálculo de Abe –
La oposición y varios comentaristas denuncian una decisión arbitraria con objetivos ocultos, entre ellos el cálculo de Abe de aprovechar el aumento de aprobación entre la opinión pública, que le valió su posición de firmeza frente a los repetidos disparos de misiles y ensayos nucleares de Pyongyang.
“El primer ministro quiere mantenerse en el cargo hasta los Juegos Olímpicos (2020) y le gustaría poder enmendar la constitución el mismo año” opina Yora, aludiendo a su paciente objetivo de revisar la Constitución pacifista del país, invariable desde su entrada en vigor en 1947 bajo la ocupación de Estados Unidos, tras la capitulación del Japón militarista en 1945.
Los opositores ven también en el calendario elegido por Abe una voluntad de eludir las preguntas en el Parlamento sobre los escándalos que lo han afectado a él y a su gobierno.
Abe está acusado fundamentalmente de favoritismo hacia sus amigos.
Pero, en el ámbito político, el primer ministro quiere aprovechar el mal momento de su principal rival, el Partido Demócrata (centroizquierda), que acaba de cambiar de presidente y ya ha perdido a varios de sus dirigentes.
Además, Abe intenta frenar los ímpetus de la gobernadora de Tokio, Yuriko Koike, de 65 años, que anunció el lunes -pocas horas antes de la rueda de prensa del primer ministro- la creación del Partido de la Esperanza, para presentar candidatos a las legislativas.
Koike ya había salido a la palestra con la formación “Tomin First” (los ciudadanos de la capital primero), que infligió una histórica derrota al partido de Abe en las elecciones para renovar la asamblea de Tokio, hace algunas semanas.
Ésta parece decidida a proseguir su partida de ajedrez a nivel nacional. “Es necesario una verdadera fuerza de reforma”, insistió la gobernadora, que espera dirigir al nuevo partido y considera que “la reforma no va lo suficientemente rápido”.