Los organizadores de los Juegos Olímpicos de Tokio pusieron en marcha el miércoles la búsqueda de 80.000 voluntarios sin sueldo muchas de las sede de las justas que se disputarán en menos de dos años.
La fecha tope para presentar las aplicaciones será en diciembre, aunque los organizadores de Tokio 2020 no han establecido un día específico.
Los voluntarios no reciben paga y usualmente deben cubrir sus gastos de hospedaje, pero reciben uniformes y comidas gratis en sus días de trabajo.
El programa de voluntarios es una tradición de los Juegos. Muchos voluntarios disfrutan trabajar tras bambalinas, y muchos han repetido la experiencia.
Pero el programa también tiene sus detractores. En cada cita, los voluntarios se anotan, reciben los uniformes y luego no se presentan para trabajar — o acaban quejándose que no reciben paga pese a haber aceptado esos términos.
Los Juegos de Río de Janeiro hace dos años tuvieron problemas para encontrar voluntarios, particularmente en la clase pobre de Brasil que no puede darse el lujo de trabajar gratis.
“Los voluntarios serán una parte esencial del éxito de los Juegos en una variedad de funciones en las sedes y la Villa Olímpica”, dijo la portavoz de Tokio 2020 Masa Takaya en un comunicado.
A inicios de mes, durante una visita de los inspectores del Comité Olímpico Internacional, un reportero japonés le mencionó a John Coates, miembro del COI, las quejas que han surgido sobre el programa de voluntarios, en particular en las redes sociales.
“Sugieren que es algo similar a trabajo forzados”, dijo el periodista.
“Voluntarios son voluntarios”, respondió Coates. “Y no tienen que aplicar si no quieren”.
Un análisis de programa hecho por la Associated Press arrojó que el empleo de los voluntarios sin salario le ahorraron al COI y al comité organizador unos 100 millones de dólares, quizás más.
El COI genera más de 6.000 millones de dólares en ingresos durante el ciclo olímpico de cuatro. El COI dice aproximadamente el 90 por ciento del dinero es destinado para los comités olímpicos nacionales, las federaciones deportivas y los organizadores locales.
Miembros del COI, como Coates, reciben estipendios de entre 450 y 900 dólares en sus funciones olímpicas, y otros beneficios como alojamientos en hoteles de lujo.
El presidente del COI Thomas Bach no cobra salario pero recibe un estipendio de casi 250.000 dólares por año como presidente “voluntario”.
La municipalidad de Tokio también coordina su propio programa de voluntarios para guiar a los turistas durante los Juegos. Se calcula que busca tener hasta 30.000 voluntarios.