En Japón el uso de robots se ha expandido a muchas áreas, como hospitales, residencias de ancianos, escuelas y hoteles. Ahora, una cafetería está probando utilizarlos como un medio para dar trabajo a discapacitados que no pueden salir de casa.
La idea parece noble. La cafetería ofrece trabajo a personas que no pueden salir de casa para buscar un empleo y darles cierta solvencia económica, reciben un salario de 9 dólares por hora.
Los robots son operados por personas que padecen alguna enfermedad que limite sus movimientos, como lesiones de la médula espinal o enfermedades neurodegenerativas progresivas tales como la esclerosis lateral amiotrófica. En un principio se esperaba que los robots sirvieran de apoyo en los hogares de dichas personas, pues tienen una interfaz que pueden usar mediante una tableta que funciona con el movimiento de los ojos.
Los robots miden 1,20 metros y pesan unos 20 kilogramos, poseen un cámara, un altavoz y sensores para evitar obstáculos. La información es transmitida en tiempo real a la tableta mediante internet, y así la persona puede observar todo a su alrededor, charlar con los clientes y transportar objetos.