Un hombre de 32 años, originario de Texas, es acusado de robar un par de aretes de diamantes valorados en casi US $770 mil de una tienda Tiffany & Co. en un exclusivo centro comercial de Orlando, Florida. El incidente ocurrió la semana pasada y se ha convertido en un caso peculiar debido a la inusual forma en que el sospechoso intentó ocultar las joyas tras el robo: tragándoselas.
El miércoles pasado, el hombre, quien se hizo pasar por un comprador interesado en adquirir los aretes para un jugador de los Orlando Magic, logró acceder a una sala VIP donde se exhibían las valiosas piezas. Según las autoridades, poco después de ver las joyas, el sospechoso las tomó, se levantó de su silla y trató de escapar. Durante su huida, los detectives pudieron rastrear su matrícula a través de las cámaras de seguridad del centro comercial, lo que les permitió seguir su rastro hasta una autopista en dirección a Texas.
Lo que sucedió a continuación tomó a la policía por sorpresa. Mientras era detenido, el sospechoso ingirió los aretes en un intento desesperado por ocultar las pruebas. Una radiografía del torso del hombre realizada por el Departamento de Policía de Orlando mostró lo que parecía ser una masa brillante, probablemente los pendientes de diamantes, dentro de su tracto digestivo.
Se sospecha que estos objetos extraños son los pendientes de Tiffany & Co. que se llevaron en el robo, pero será necesario recogerlos... después de que los expulse", indicó el informe de arresto del departamento.
Radiografías muestran los aretes
La policía de Orlando aún no ha confirmado si los aretes fueron recuperados o en qué estado se encuentran. El documento presentado el lunes, sin embargo, sugiere que el hombre se encontraba en un centro médico, posiblemente bajo observación para la extracción de las joyas.
Durante el robo, el hombre supuestamente aseguró a los empleados de Tiffany & Co. que estaba interesado en comprar los aretes y un anillo de diamantes para un jugador de los Orlando Magic. Sin embargo, sus intenciones fueron reveladas cuando, de manera sorpresiva, tomó las joyas y trató de escapar.
El sospechoso enfrenta cargos por hurto mayor en primer grado y robo con máscara, un delito grave de tercer grado. A partir del miércoles por la mañana, se encontraba bajo custodia policial en el condado de Orange, Florida, aunque los registros judiciales no mostraban que tuviera representación legal.
Este insólito intento de ocultar un robo ha generado gran atención, no solo por la cuantía del botín, sino también por la peculiar estrategia del sospechoso, que ha puesto en evidencia la desesperación de algunos delincuentes por evadir la justicia.
