Los genitales femeninos van cambiando a lo largo de la vida, sobre todo durante el embarazo, el parto y la menopausia. Estas alteraciones suelen traer consigo problemas ginecológicos que, además, afectan al bienestar emocional de la mujer. A continuación, repasamos los principales trastornos y cómo prevenirlos para poder disfrutar de una salud sexual positiva.
La atrofia vaginal, la sequedad, la hiperlaxitud vaginal, la incontinencia urinaria, el descenso de órganos pélvicos (útero y vejiga) o el picor constante en la zona genital, son algunos de los problemas ginecológicos más comunes que afectan a un gran número de mujeres de todas las edades.
Muchas de las mujeres que padecen estos trastornos genitales se sienten avergonzadas al hablar de ellos e incluso se sienten incomprendidas. Ello trae consigo cuadros de inestabilidad emocional, depresión o pérdida de autoestima e incluso rupturas de pareja.
En una entrevista concedida para EFEsalud, la ginecóloga y obstetra Regina Lorente, del Instituto Pérez de la Romana de Alicante, comenta: “Afortunadamente empezamos a tener más consciencia de estos problemas”.
En parte porque las mujeres acuden más a consulta y también porque hay más mujeres ginecólogas, destaca, “lo cual ayuda a que las mujeres se abran a contar problemas en los que antes no se sentían apoyadas”.
Hasta ahora, los ginecólogos solían centrarse en temas más relacionados con el control del embarazo y el parto. Sin embargo, “no nos dábamos cuenta de que los genitales van cambiando a lo largo de la vida. Hasta hace no mucho lo desconocíamos.”
“Más de la mitad de las mujeres que acuden a consulta para realizar su revisión ginecológica tras el parto, no cuentan que tienen pérdidas de orina con frecuencia o sequedad vaginal, la cual ocasiona dolor en sus relaciones sexuales o falta de placer o deseo sexual”.
¿Cuándo llegan los cambios?
Los problemas ginecológicos y las molestias en las relaciones sexuales pueden llegar con el embarazo, el parto, la realización de actividades continuadas que produzcan sobreesfuerzo abdominal (como correr, hacer abdominales, steps, etc.), la edad o la menopausia.
Comúnmente, los trastornos genitales tienden a aparecer en la cuarta década de la vida. Es entonces cuando comienzan a descender los niveles de estradiol en la mujer. La alteración de esta hormona femenina ocasiona síntomas como sequedad o falta de lubricación en las relaciones sexuales. El cambio en el metabolismo también juega un papel importante en esta etapa.