Los MTV Video Music Awards, que premian los mejores videos musicales del año, son famosos por crear controversias: Miley Cyrus imitando una felación, Kanye West cuestionando sobre el escenario un premio otorgado a Taylor Swift, Madonna besando a Britney Spears…
Pero en la era del gobierno de Donald Trump, el mayor acontecimiento del año de la cadena MTV adquirirá un tono particularmente político.
La gala –rica en lentejuelas, glamour y superestrellas– tendrá lugar este domingo en el mítico estadio de Inglewood, cerca de Los Ángeles.
En un reflejo fiel de la evolución de las normas culturales, los VMA de este año fusionan los géneros, aboliendo las separaciones entre categorías para hombres y mujeres y rebautizando la estatuilla entregada a los premiados como “persona de la luna” en vez de “hombre de la luna”.
Durante la ceremonia también se otorgará por primera vez un premio que no tiene nada que ver con los videos: el de “Mejor combate contra el sistema”.
La estrella del pop Katy Perry, que acaba de lanzar un álbum con letras más atrevidas que en sus trabajos precedentes, será la maestra de ceremonias.
La cantante californiana se ha convertido en los últimos años en una de las celebridades más comprometidas con la izquierda. Tras apoyar fervientemente a la candidata demócrata presidencial estadounidense Hillary Clinton, actualmente combate la política de Donald Trump.
La plataforma mediática de los VMA podría ofrecerle, al igual que a otros presentadores y artistas, la oportunidad de transmitir algún mensaje político.
Con información de EFE