El ingeniero mexicano Oscar Ojeda creó un cemento inocuo para el medio ambiente a partir de residuos de las industrias metalúrgicas, reemplazando los compuestos base del cemento, informó hoy el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
El ingeniero de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) confía en el uso de los desechos sólidos industriales como “una alternativa fiable para contribuir a una solución de la problemática ambiental en la actualidad”.
Al estar compuesta de materiales reciclados, este proceso “disminuye notablemente” el coste final de la mezcla, que además presenta una resistencia y durabilidad mayor, destacó el Conacyt en un boletín.
El descubrimiento se dio cuando el maestro en metalurgia e ingeniería de materiales decidió experimentar sustituyendo la arena por desechos industriales de lana mineral.
Posteriormente evaluó las propiedades físicas y mecánicas de este nuevo “cemento verde”.
Los resultados indicaron que al sustituir hasta un 60 por ciento de la arena por el desecho de lana mineral, se redujo la porosidad, aumentando su densidad y mejorando la resistencia a la compresión y a la flexión.
“Después de los 56 días de curada, la mezcla con residuos industriales superó en alrededor de un 15 por ciento la resistencia en comparación de los concretos tradicionales”, explicó Oscar Ojeda.
El procesamiento, transformación y transporte de materias primas no renovables corresponde a por lo menos un 30 por ciento del impacto del carbono en el planeta.
Además, el sector de la construcción es responsable de consumir el 50 por ciento de los recursos naturales, 40 por ciento de la energía y 50 por ciento del total de los residuos generados.
De acuerdo con estudios de la Universidad Nacional Autónoma de México, el cemento tradicional, seco o húmedo, puede provocar daños graves e irreversibles en ojos, así como irritaciones peligrosas en el sistema respiratorio y en la piel.
Fuente: EFE