El exjefe de campaña de Donald Trump, Paul Manafort, pidió el martes que se abra una investigación federal, luego de que la cadena CNN revelara que fue objeto de escuchas telefónicas por parte del FBI antes y después de las elecciones de 2016.
Mientras Manafort es blanco de la investigación sobre la injerencia rusa en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, su portavoz Jason Maloni estimó que es un delito revelar la existencia de órdenes bajo la ley de vigilancia de inteligencia extranjera (FISA, por su sigla en inglés).
El Departamento de Justicia “debe iniciar inmediatamente una investigación sobre estas filtraciones y examinar las motivaciones detrás de los esfuerzos del gobierno anterior por vigilar a un oponente político”, dijo Maloni.
El lunes, CNN reveló que Manafort fue puesto bajo vigilancia en 2014 después de que se convirtiera en objeto de una investigación del FBI sobre el trabajo que los grupos de consultoría de Washington habían hecho para el expartido gobernante de Ucrania. Esas escuchas se suspendieron en 2016 por falta de pruebas y luego se reanudaron bajo una nueva orden que se extendió por lo menos hasta principios de este año.
La segunda orden estaba relacionada con la investigación del FBI sobre los contactos entre la campaña de Trump y agentes rusos.
CNN no indicó si el propio Trump fue captado en las conversaciones telefónicas.
Manafort dirigió la campaña del multimillonario republicano hasta agosto de 2016, antes de verse obligado a dimitir.