Unos trabajadores de una empresa telefónica se encontraban en lo alto de una torre, cuando ocurrió el terremoto de 7,1 grados en la escala de Richter que afectó a la ciudad de México.
Los trabajadores vivieron momentos de pánico a más de 30 metros de altura, suspendidos en una estructura metálica.
En un principio pensaron que el temblor no sería fuerte, pero cuando observaron que varios edificios se desplomaron, se sorprendieron.
El terremoto causó la muerte de más de 200 personas, y varias personas más permanecen desaparecidas.