El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pedirá al Congreso unos 29.000 millones de dólares para Puerto Rico, un territorio estadounidense en el Caribe devastado por el huracán María, dijeron a AFP fuentes de la Casa Blanca el miércoles.
Trump, que visitó el martes la isla, prevé solicitar 12.770 millones de dólares en fondos socorro en casos de desastre y 16.000 millones de dólares en condonación de la deuda, confirmaron funcionarios.
Antes del destructor pasaje de María el 20 de septiembre, el gobernador de Puerto Rico había pedido a principios de mayo que la isla fuera declarada en quiebra para reestructurar su pesada deuda, estimada en 73.000 millones de dólares.
El martes por la noche, en declaraciones a Fox News, Trump había sugerido la posibilidad de cancelar la deuda de Puerto Rico para ayudar al territorio isleño a recuperarse del desastre natural.
“Sabes, ellos deben mucho dinero a tus amigos en Wall Street y vamos a tener que borrar eso”, le dijo el mandatario al corresponsal de Fox News Geraldo Rivera. “Puedes decirle adiós a eso”.
Los mercados reaccionaron mal a la noticia el miércoles: el precio de los bonos de Puerto Rico, especialmente el de 2035, cayó a 32,25 centavos de dólar, frente a los 44 del martes, mientras que los rendimientos subieron de 18,48% a 35,4%.
Según una estimación reciente, María provocó entre 22.000 a 25.000 millones de dólares en daños físicos solo en Puerto Rico, lo cual equivale a más de un quinto del PIB de la isla.
Antigua colonia española, Puerto Rico se convirtió en territorio estadounidense a finales del siglo XIX antes de adquirir el estatus especial de “Estado Libre Asociado” en 1952.
La isla de 3,4 millones de habitantes inició su declive económico en 2006 con el fin de las exenciones fiscales masivas que atrajeron a las grandes multinacionales e impulsaron la actividad.
Luego, la recesión económica y la caída de los ingresos hicieron crecer la deuda del país.
Dos semanas después de María, que golpeó la isla como un potente huracán de categoría 4, menos del 7% del territorio tiene electricidad, más de 9.000 personas viven en refugios y sólo el 40% de las telecomunicaciones fueron restauradas, según la Agencia Federal para Gestión de Emergencias (FEMA).
Gran parte de la población todavía carece de agua potable, comida y combustible.