En un discurso ante la Asociación Internacional de Jefes de Policía (IACP en inglés), Sessions dijo que esta designación oficial otorga a la fuerza pública “mayores herramientas” para desarticular a esta pandilla trasnacional surgida en los años 1980 en Los Ángeles.
“Ahora irán tras la MS-13 con renovado vigor y un enfoque más definido”, señaló el también secretario de Justicia.
La Fuerza de Tarea contra el Crimen Organizado y las Drogas (en inglés, OCDETF), la coalición de agencias en Estados Unidos que combate el narcotráfico, contará para ello con todas las normativas sobre drogas, porte de armas e impuestos, así como la ley federal contra la extorsión criminal y las organizaciones corruptas (RICO, en inglés).
“Al igual que sacamos a Al Capone de las calles con nuestras leyes tributarias, usaremos todas las leyes que tengamos para sacar a la MS-13 de nuestras calles”, enfatizó.
Sessions definió a la MS-13, también conocida como Mara Salvatrucha, como una pandilla “brutal” con base en El Salvador, cuyos “tentáculos”, dijo, están en toda América Central, Europa, 40 estados de Estados Unidos e incluso “a metros del Capitolio”.
“Con más de 40.000 miembros en todo el mundo, incluidos 10.000 en Estados Unidos, MS-13 amenaza la vida y el bienestar de todas las familias en todos los lugares que infesta”, subrayó, considerando “esencial” la colaboración más allá de fronteras.
Con las mismas palabras, el fiscal general estadounidense advirtió el 28 de julio en la capital salvadoreña sobre el peligro que supone la MS-13, hoy integrada por centroamericanos y sus descendientes en Estados Unidos, pero inicialmente formada por salvadoreños, muchos excombatientes de la guerra civil en su país.
El mismo día, pero en una localidad cercana a Nueva York donde la MS-13 ha cometido varios asesinatos, el presidente Trump atribuyó el crecimiento de esta pandilla a la inmigración desde Centroamérica y pidió a la policía mano dura y más deportaciones de indocumentados.
“Son animales”, dijo Trump al describir a la MS-13.
Sus opositores, en tanto, han señalado que el mandatario usa la MS-13 como excusa para promover su dura política migratoria.