Imagine tener que refugiarse cada vez que inhala el perfume, el detergente o el olor de los productos de limpieza comunes.
Esta es la vida que llevan las personas diagnosticadas con Sensibilidad Química Múltiple (SCM), y el 80 por ciento de las víctimas son mujeres.
Un grupo significativo de médicos ahora están hablando sobre cómo la comunidad médica ha evitado a las personas diagnosticadas con el síndrome.