La Fundación Nobel prometió este viernes que abandonará sus inversiones en empresas relacionadas con la fabricación de armas nucleares, después de que una oenegé revelara esa información.
La asociación noruega Future in our hands acusó a la Fundación Nobel, que gestiona la fortuna legada por el industrial sueco Alfred Nobel (1833-1896), de tener participaciones en fondos presentes en el capital de empresas que participan en la fabricación de armas nucleares.
Esto significa que una parte de los nueve millones de coronas (€925) que se entregan a cada premio Nobel podría proceder de los dividendos de esas controvertidas inversiones.
La información es especialmente incómoda para la fundación, ya que el Premio Nobel de la Paz recompensó este año a la Campaña Internacional para la Abolición de las Armas Nucleares (ICAN), que recibirá el prestigioso galardón el 10 de diciembre durante una ceremonia donde la representará una superviviente de Hiroshima.
“El momento elegido es desafortunado”, admitió Lars Heikensten, director de la Fundación Nobel, que supervisa desde Estocolmo las instituciones encargadas de atribuir en Suecia los premios de Literatura, Medicina, Física y Química, y en Noruega el de la Paz.
Heikensten aseguró sin embargo que, en virtud de un endurecimiento de esas reglas éticas decidido en marzo, la Fundación dejó de invertir, incluso indirectamente, en productores de armas nucleares, y dijo que la institución se dio un plazo de 12 meses para salir de los fondos que invierten en empresas que fabrican armas de destrucción masiva.
En Oslo, el director del Instituto Nobel, Olav Njølstad, saludó por su parte los esfuerzos para romper los vínculos entre el Nobel y las armas nucleares, tras reconocer que éstos daban mala imagen de la institución. AFP