Todos sabemos que el crimen paga, pero estos sospechosos parecen haber aprendido la lección demasiado tarde.
Esta hilarante colección de fotografías muestra a hombres y mujeres arrestados en las comisarías de los Estados Unidos llorando mientras toman sus fotos de registro.
No se sabe de qué delitos se sospechaba que estas personas, o si fueron procesados.
Pero una cosa puede ser cierta: su experiencia inicial de custodia policial era algo que no esperarían olvidar.