Cuando de señalar las diferencias entre el sueño ligero y el sueño profundo se trata, los estudios revelan que los medidores de la actividad física son inexactos, asegura la doctora Meghna Mansukhani, del Centro para Medicina del Sueño de Mayo Clinic en Rochester, Minnesota.
En vez de confiar en su dispositivo para medir cuán bien duerme, piense en basar su valoración en la calidad del sueño y en cómo se siente al despertar. Si siente que no descansa bien y eso altera su vida cotidiana, entonces sería prudente cambiar sus hábitos o quizás someterse a una evaluación del sueño.
Los medidores de la actividad física, sean de pulsera o de uso con una aplicación, se han vuelto muy populares y aseguran medir también el sueño.
Estos medidores, en general, muestran información acerca de los períodos de sueño y vigilia; otros también valoran si el sueño es ligero o profundo, así como la frecuencia con la que uno despierta durante la noche y cuánto tiempo permanece despierto.
Aunque los fabricantes no ofrezcan detalles acerca de la tecnología empleada por esos dispositivos para recolectar información, parece que la mayoría de ellos depende de la detección de movimientos.
A fin de evaluar la utilidad de los medidores de pulsera o de uso con una aplicación, más de 20 estudios examinaron la exactitud y validez de la información generada por ellos sobre el sueño.
Al compararlos frente a la polisomnografía, considerada por los especialistas en medicina del sueño como la norma de oro de los exámenes del sueño, los resultados revelan que son sumamente inexactos. Su falta de exactitud es aún peor en las personas que despiertan a menudo durante la noche.
Con información y fotografía de Mayo Clinic