Ana Lucrecia Ávila, psicóloga de la unidad de atención a la víctima, de la Fiscalía especial contra el Delito de Extorsión del Ministerio Público, y Walter Menchú, investigador del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN), fueron contactadas por la vía telefónica por el programa A Primera Hora para conversar acerca de cómo actuar frente a una extorsión.
Ambos coincidieron en que lo más importante es que las personas afectadas presenten la denuncia que corresponde para que las autoridades tomen cartas en el asunto y busquen soluciones al problema.
Hay subregistro
Walter Menchú destacó que el año pasado se registraron unas cinco mil denuncias en por esa causa, aunque supone que existe un subregistro porque no todos los afectados presentan su queja por temor a ser agredidos.
“Ahora se calcula que cada día se recibe al menos una denuncia por extorsión cada hora. “Las autoridades necesitan de la denuncia para actuar, de lo contrario no pueden armar estrategias de investigación, no saben de qué tipo de extorsión se trata y de qué sector están extorsionando”, explica.
Y agrega: “No es lo mismo una extorsión por la vía telefónica, que una a un negocio”.
Contribuyen con más tensión en la ciudad
Según el investigador, también existen las extorsiones de oportunistas que se aprovechan del clima de neurosis que se vive en el país. “Son extorsiones ejecutadas porque la gente tiene miedo de averiguar. Puede tratarse de gente que se está aprovechando de la situación y no tiene capacidad de ejecutar alguna acción violenta”, insiste.
Menchú completa su comentario conque “la gente quisiera que las autoridades salieran corriendo y fueran a capturar de inmediato a los responsables. Sin embargo, reconoce que “ahora la PNC está realizando un trabajo más profundo… ahora se va detrás de una estructura completa, por eso es que las investigaciones tardan, incluso, más de dos años”.
La víctima puede buscar apoyo
La psicóloga Ana Lucrecia Ávila, del MP, reconoce que “no se puede negar que la gente tiene miedo de denunciar”, y por eso sugiere que las víctimas pueden buscar el apoyo de alguna profesional de la unidad de atención a la víctima, de la Fiscalía especial contra el Delito de Extorsión, para que acompañe su caso.
“Somos una sociedad que ya vivimos neuróticos por la extorsión y por toda la violencia que se vive día con día. Los investigadores pueden determinar si la extorsión proviene de un grupo criminal o de grupos aislados que se aprovechan del miedo”, explica la funcionaria del MP.
Agrega: “No todas las personas afrontamos de la misma manera una amenaza. Si la persona afectada necesita más apoyo, hay una red de averiguación para qué profundice el asunto”.
Para combatir este flagelo, el MP ha abierto fiscalías especializadas contra el delito de extorsión en Chimaltenango y Quetzaltenango, aunque la mayor tensión se manifiesta en la capital.
Qué podemos hacer los demás
A juicio de Ávila, es necesario platicar del problema con la familia y personas cercanas para que estén enteradas de lo que está ocurriendo. “Por eso el MP promueve el proyecto ‘Yo no pago, yo denuncio’ y cualquier puede bajar la aplicación APP denunciasmpextorsiones’ y cuando le llaman, inmediatamente puede reconocer si se trata de una extorsión”.
La otra posibilidad es que el afectado responda la llamada, para que las autoridades graben el mensaje e inicien con las investigaciones. “En medio del miedo, hay que tomar fuerzas”, señala la psicóloga.
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— Emisoras Unidas (@EmisorasUnidas) November 14, 2017
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