Diciembre es una hermosa época donde el corazón del ser humano se vuelve más noble, caritativo y regala amor por doquier. Una dependienta de una pequeña tienda de conveniencia en Fort Collins, Colorado EE.UU decidió regalarle una pequeña barra de mantequilla de maní a una mamá cierva la cual parecía haberse equivocado al ingresar a la tienda, pero esto sería a penas el inicio de una jocosa historia.
Cierva salió muy lista
“Primero la observé entrar a la tienda y acercarse a los lentes de sol y me pareció muy cómico”, comentó Lori Jones, dependienta de la tienda. “Yo la conozco por que es la matriarca de un grupo de ciervos que habita en el área”, prosiguió Jones.
“Una vez observó las estanterías me pareció que era momento de pedirle que saliera del local y para ello tomé una barra de mantequilla de maní, guiándola con ello hacia la salida”.
“Me dirigí a la parte trasera de la tienda y cuando regresé no podía dejar de reír. La mamá cierva había regresado con sus hijos”, informó Jones.
“Definitivamente pensó que la barrita era sólo el inicio de una gran comida y para ello decidió invitar a su familia”.
“Era tan cómico verlos en la puerta esperando a que los invitara, pero les dije -No- (…) al entrar nuevamente la mamá cierva decidí que, aunque no suelo alimentar a los animales salvajes, la familia se había ganado un pequeño refrigerio al regresar a la tienda.”
Con otra barrita partida en pedazos Lori dirigió a la pequeña familia hacia un campo aledaño y luego de darles la barrita los ahuyentó con un fuerte aplauso.