Los frutos secos tienen la particularidad que sirven para complementar platillos salados y dulces o simplemente consumirlos como si fuesen una botana o decoración.
Pero más allá de lo deliciosos que son, representan fuente realmente importante para el buen funcionamiento de nuestro organismo. En éstos encontramos muchos beneficios y hoy los vamos a detallar.
Debido a que los frutos secos tienen antioxidantes (como ser las vitaminas C y E), son fundamentales para combatir a los radicales libres, esas sustancias que son responsables por la formación de enfermedades degenerativas y el envejecimiento prematuro.
Nueces: Contienen ácidos grasos Omega 3, cuyas propiedades más destacadas son mejorar los niveles de colesterol, no permitir el aumento de peso, proteger el corazón, disminuir la degradación de los huesos, entre otras. Pueden ser consumidas crudas, en masas o pastelería, salteadas en ensaladas o arroz, etc.
Almendras: Tienen vitamina E para nuestro cuerpo. Además, las almendras protegen de los radicales libres y absorben grasas. Se pueden consumir en recetas dulces o saladas, ya sea espolvoreadas, procesadas, como leche, como relleno, para salsas, como mantequilla y mucho más.
Pistachos: Sirven impresionantemente para saciar el hambre que nos puede atacar antes de la cena. Contienen nutrientes benéficos porque sirven para reducir los riesgos de padecer degeneración muscular por la edad, principal causa de la ceguera en los ancianos.
Avellanas: Contienen ácido fólico, que previene enfermedades del corazón y degenerativas, como el Alzheimer. A su vez, sirve para relajar la sangre y los vasos sanguíneos, sacian mucho el hambre.
Maníes: Contienen mucho folato, mismo que ayuda en el desarrollo del cerebro y protege del deterioro cognitivo. Son recomendadas en las mujeres embarazadas y en los vegetarianos, por contener ácido fólico, vitamina E y grasas saludables.