Un tribunal del distrito de la ciudad de Nuevo Taipéi, Taiwán, aprobó una petición de divorcio presentada por un hombre que reclamó tortura psicológica debido a los extraños hábitos de su esposa.
El demandante, dijo que su mujer, de apellido Lin, solo se bañaba una vez al año y no se cepillaba los dientes, ni se lavaba el pelo con regularidad.
El caballero también indicó al juez que por los hábitos antihigiénicos de la señora solo tenían relaciones sexuales una vez al año, lo que produjo que la pareja no tuviera descendencia durante una década de vida marital.
“Durante el noviazgo su higiene era normal pero todo empeoró después de casarnos. Primero se duchaba una vez por semana, después una al mes, y, al final, y finalmente una vez al año. El olor en casa era insoportable y la convivencia también“, declaró en el juzgado.
Por su parte, la mujer se negó a concederle el divorcio de forma amistosa por eso tuvieron que acudir ante el tribunal.
Finalmente, el magistrado sentenció que la pareja estaba en total desacuerdo, así que era mejor anular el matrimonio ya que la relación era insostenible.
Con información de Taipei Times