Los colombianos, cansados del aumento de la delincuencia en las principales ciudades del país, se han volcado a apoyar a un escolta que esta semana mató a tiros a un presunto ladrón en una avenida de Bogotá, lo que abrió el debate judicial por la posibilidad de que sea acusado de homicidio culposo.
“Nadie quiere hacer daño a alguien. No me imaginaba que algo así pasaría. Ahora tendré que enfrentar esto”, aseguró a periodistas el escolta Mario Muñoz, que hace parte de la Unidad Nacional de Protección (UNP), dependiente del Ministerio de Interior.
El martes pasado, un hombre murió en la Autopista Norte de Bogotá tiroteado por Muñoz, quien según versiones de medios le disparó cuando junto con otra persona intentaba hurtar las pertenencias a una mujer que estaba en su automóvil en medio de un embotellamiento.
Cerca del vehículo asaltado estaba Muñoz, que hacía parte de un esquema de seguridad, y al ver lo que ocurría disparó al presunto ladrón, según la Policía Nacional.
La intervención del escolta ha sido aplaudida por miles de ciudadanos que critican la debilidad de la Policía y de la Justicia ante la delincuencia en medio de una ola de atracos callejeros que tiene atemorizados a los habitantes de Bogotá y otras ciudades.
Las voces a favor del escolta llevaron incluso a la recolección de casi 130.000 firmas en menos de dos días en la plataforma Change.org, en donde se formuló una petición a la Fiscalía General de Colombia para que Muñoz no enfrente cargos.