Una mujer ha contado cómo su rara condición deja su sudor descontrolado de manos y pies, incluso cuando hace mucho frío.
Lydia Carroll, de 32 años, que vive en la isla de Vancouver, sufre de hiperhidrosis, lo que la hace sudar tan excesivamente que su sudor puede convertirse en charcos.
La trabajadora de una panadería admite que su condición puede ser difícil cuando busca el amor.
Ella relató: “Estoy felizmente soltera en este momento, pero hace que las citas sean difíciles”.
Lydia, que es originaria de Australia, ahora vive en la isla de Vancouver, donde, aunque las temperaturas pueden bajar mucho por debajo del punto de congelación, sus síntomas no se han aliviado.
Sin ningún disparador obvio para su condición, Lydia tiene que asegurarse de que siempre esté preparada para un brote.
Esto significa usar solo ciertas telas, como algodón o mezclilla, ya que cualquier cosa no absorbente la dejaría empapada. Y teme situaciones angustiosas, como citas o entrevistas de trabajo.