La autora de un polémico libro reveló cómo su adicción al sexo la volvió anfitriona de fiestas hasta cuatro noches a la semana para poder conocer hombres.
Además de jactarse de odiar los condones, y arruinar una relación con un hombre que amaba engañándolo con un hombre que conoció en vacaciones y un Camarero francés.
En una nueva y provocativa memoria, Getting off, Erica Garza, de 35 años, de Los Ángeles, lucha contra la adicción al sexo casual y la adicción a la pornografía, con la que luchó durante más de dos décadas.
“Lo que obtuve fue una elaborada mezcla de vergüenza y excitación sexual de la que había llegado a depender desde que tenía 12 años”, relató.
En sus 20 años, Garza organizaba fiestas en casa hasta cuatro noches a la semana para poder conocer hombres y atraerlos al mostrar su actitud fácil hacia el porno en línea.
“Y cada vez que hacía estas cosas, o confesaba odiar los condones o tener un deseo sexual inusualmente alto, esperaba que a los chicos les gustara más de lo que parecían”, agregó.
Garza tenía una relación seria, pero su compromiso con un hombre se rompió porque se obsesionó con la idea de que estaba teniendo una aventura amorosa.
Otra relación de tres años con un hombre que amaba se rompió porque ella lo engañó con un hombre colombiano que conoció de vacaciones y luego, en lugar de tratar de reparar el daño, se acostó con un camarero francés en su lugar.